La decisión de contraer matrimonio es una de las más importantes en la vida de cualquier persona. Este hecho involucra no sólo un vínculo afectivo, sino que desde el mismo momento de concretar el acto, se estarían asumiendo una serie obligaciones en los ámbitos económico, social, patrimonial, entre otros. Es por ello, muy recomendable realizar una investigación prematrimonial a fin de saber con exactitud cuáles son las verdaderas intenciones de con quién nos vamos a comprometer.

En la actualidad, muchas relaciones de pareja se llevan a distancia; bien sea porque el contacto se ha realizado desde sus inicios a través de internet, o porque los futuros contrayentes, aun habiéndose conocido físicamente, deben permanecer separados durante largos periodos de tiempo por motivos personales o profesionales; también ocurre que el noviazgo sucede en periodos cortos. En tal sentido, es posible que se desconozcan algunos aspectos en torno al proceder de la pareja que podrían constituir un verdadero tormento con nefastas consecuencias tras firmar el acta de matrimonio. Además,  existe la posibilidad de que el propósito de la unión, no sólo sea de índole sentimental, sino como ya se ha mencionado, resulten ser otras las razones que motivan a la pareja para establecer el compromiso conyugal.

Estas razones son muy variadas y cada día es más frecuente encontrar personas que buscan en el matrimonio ventajas personales en torno a cualquiera de los siguientes intereses: lograr convertirse en acaudalados, gracias a la posición económica de su pareja;  mejorar su status social; concretar situación migratoria en un país diferente al propio; prestigio a través de la proyección profesional o de cualquier otro tipo de su pareja.

Por tales causas, cada día es mayor el número de personas que recurre a realizar una investigación prematrimonial, la cual puede ser solicitada tanto por uno de los futuros contrayentes como por algún familiar, con la intención de obtener información relacionada con la pareja,  en asuntos que involucran detalles sobre deudas o morosidades, relaciones o matrimonios anteriores, comportamientos dudosos, posibles parejas colaterales, existencia de hijos, propiedades e inmuebles, entre otros.

La realización de una investigación prematrimonial puede arrojar resultados positivos, en el sentido de que bien podría llegar a confirmar que la aspiración matrimonial no tiene otra motivación más allá de la reciprocidad de sentimientos, o en su defecto, si llegara a desvelar intenciones ocultas por parte de la pareja, se evitaría unas consecuencias nefastas, debido a que las  repercusiones afectivas o materiales,  de efectuarse el matrimonio, podrían incidir en detrimento de la calidad de vida de la otra parte.